Romanticismo
Las dos tendencias filosóficas que se desarrollaron durante el siglo XIX van a tener su reflejo también en el mundo del arte. El racionalismo en el arte es el neoclasicismo, el nuevo idealismo dará lugar a romanticismo. No se trata, desde luego de una división perfectamente separada sino que las dos formas de expresión van incluso a convivir durante un tiempo e incluso se van a superponer en ocasiones.
La ilustración hizo triunfar el neoclasicismo francés que marcaba las normas del buen gusto en todo Europa, según el cual la expresión artística debía sujetarse a la norma clásica establecida. En arquitectura, pintura y escultura, la norma establecía el predominio de la línea recta, la medida proporcional, la sencillez y la contención de la forma, el color y de la expresión y el menosprecio por la sensualidad. La fuente de inspiración eran los modelos clásicos de Grecia y Roma, de Pompeya y Herculano en el sur de Italia. En la literatura los dramas debían ajustarse al canon clásico, la poesía a las estrofas, el ritmo o la rima admitidos como correctos.
El fruto artístico de la revoluciones fue el romanticismo, que declaró la guerra a muerte a la autoridad artística y sus normas y que tuvo su origen en Europa central y del norte.
En 1777 salió a la luz una obra que anunciaba el romanticismo: el joven Werther de Goethe, que alcanzaría 18 ediciones en 20 años. Entre 1801 y 1805 se publicaron Atala y René de Chateaubriand, padre de romanticismo francés. En 1810, Mme. Staël escribió su libro De l'Allemagne que popularizó el romanticismo alemán en Francia y fue prohibido por Napoleón. Staël y Chateaubriand se exiliaron porque consideraban el bonapartismo una tiranía.
El romanticismo fue rechazado por la autoridad porque no se sujetaba a las normas impuestas y porque eran todo contrario al arte que entonces se reconocía oficialmente. El romanticismo violaba las normas y exaltaba, por encima de todo, la libertad creadora del artista, que no debía limitarse a estudiar y reproducir la naturaleza, el mundo, como si él fuera un observador ajeno.
Para los románticos había algunas verdades evidentes:
1. Que el individuo importado también el artista tiene preferencia sobre la colectividad y que debe poner especial cuidado en no olvidarse de sí mismo, en no estar ocupado por sus sentidos y por sus ideas y necesariamente, pues, fuera de sí, dirigido por todo lo que es ajeno al mismo, es decir a su personalidad.
2. Que la juventud es superior a la madurez, porque es creadora, porque se rebela contra la tradición y la costumbre. Solo una muerte temprana me salvará de una respetable vejez dijo Lord Byron (uno de los más grandes poetas románicos muerto a los 36 años)
3. Que la sensibilidad, los sentimientos y la imaginación tienen preferencia sobre la razón. El artista tiene derecho a seguir su voz interior, a fugarse de lo real, caminar sin perseguir ninguna meta, en pos de lo inaccesible, en pos de la flor azul, aumentar el futuro (la utopía) o escapar hacia el pasado (los románticos sentían predilección por la Edad Media, tan denostada por el racionalismo por ser un tiempo atrasado y salvaje). Distinguir realidad de imaginación les parecía a los románticos un esfuerzo estéril, había que esforzarse en confundirlas. Decía Goethe: "verdad y poesía se desposarán hasta no poder distinguirse la una de la otra". La tarea del artista era manifestar en su obra lo más íntimo que hubiera en su ser," descender asimismo, para descubrir la clave de la energía, lo que hace un hombre un ser extraordinario es una manera por completo propia de ver las cosas" dijo Delacroix, artista fundamental de la pintura romántica.
4. Que el arte tiene preferencia sobre la ciencia, "verdad es belleza y belleza verdad", había dicho el poeta Keats. Porque solo el lenguaje artístico podía transmitir el mundo interior, porque el conocimiento verdadero es una revelación y porque la naturaleza es "un almacén de imágenes y de signos", porque el artista debe "crear una magia sugestiva que contenga la vez el sujeto y el objeto, el mundo exterior al artista y el artista mismo" dijo el poeta Baudelaire7.7
5. El paisaje es interior, pues la contemplación de la naturaleza despierta sentimientos del alma. El paisaje es expresión del alma. Los románticos nos han legado paisajes teñidos de subjetivismo, atormentados como el alma misma del artista, surcados por las corrientes de agua que caen en torbellino, azotados por la tormenta o ahogados por la niebla que, al levantarse, descubre las luces y luces mortuorias de un cementerio.
6. Que Oriente es mejor que occidente. Y su fuga del mundo real, un mundo atormentado que consideran insoportable, los románticos descubrieron los valores del arte, las costumbres y la religiones orientales. Se complacían en carecer de patria y exaltaban los valores de otras culturas a las que los bien pensantes europeos solían considerar atrasadas o inferiores.
7. Los pueblos tienen derecho a su libertad. Los románticos exaltaban los géneros populares tradicionales frente al arte oficial. Rescataron y utilizaron los romances, las canciones, los héroes populares. Buscaban así las raíces, la identidad de las naciones en un momento de la historia europea en que los pueblos estaban siendo sometidos al nuevo imperio de Francia con Napoleón o permanecían bajo sus antiguos dominadores (como los griegos o albaneses bajo el imperio turco). El estudio y la difusión de la lengua y de la historia de cada pueblo (nación) se convirtió en un quehacer urgente. Los nacionalismos formaban parte del canto a la libertad propia del romanticismo.
El romanticismo fue un terremoto profundo en la manera de ver el mundo que afectó a todos los terrenos artísticos y afectó intensamente a la música: Beethoven, Chopin, Schumann, Brahms, Berlioz. Liszt, Rimsky-Korsakov serán exponentes de este movimiento musical.
El romanticismo tuvo su mayor florecimiento de la revoluciones de 1830 y 1848. Algunos genios románticos provenían de la aristocracia pero otros muchos eran pobres y muchas veces revolucionarios. Con frecuencia vivían en inhóspitas guardilla, gustaban de llevar el pelo largo y la barba recortada y se atrevieron de forma estrafalaria y provocadora para la buena sociedad entonces. Entre los románticos destaca también la mujeres que actuaban como seres independientes y como genios creadores: Madame Staël, George Sand o Angélica Kaufmann
definición
Movimiento artístico intelectual europeo que se gestó a fines del siglo XVIII y tuvo su máximo desarrollo en el primer cuarto del siglo XIX. Su característica básica en la exaltación irracional del sentimiento.