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Ejército

Para mantener la defensa y realizar la expansión del imperio, el ejército pasó a ser remodelado y se benefició de una gran entrada de dinero para pagar las soldadas. El gasto de la defensa del Imperio se incrementó drásticamente en términos absolutos, por mucho que la soldada se fuera reduciendo de forma significativa. Ello implicó una reorganización de la fiscalidad para incrementar el número y la continuidad de las percepciones que cubrían la annona satisfecha en especie a las tropas. Se desarrollaron dos impuestos, uno sobre individuos (capitana, de caput, cabeza) y otro sobre un estándard de superficie agraria (iugatio, de iugum, yugo, o teórica extensión arada por un par de bueyes en un día). El objetivo era  incorporar al mantenimiento de la seguridad militar al mayor número de ciudadanos. Pero este objetivo llevó a:

  • Aumento de la burocracia para controlar a la población
  • Aumento de la corrupción en la administración relacionad con el cobro de impuestos
  • Desvío de las cantidades que finalmente llegaban al Estado.

El fuego griego

fuego griegoUno de los secretos mejor guardados del Imperio bizantino fue el denominado «fuego griego», que seguramente consistía en un líquido incendiario. Los bizantinos lo utilizaban en las batallas navales y por medio de esta sorprendente arma sembraban el terror entre la flota enemiga.

El fuego griego, que conocemos por las ilustraciones en manuscritos y las descripciones que han sobrevivido, actuaba como una especie de llamarada líquida que se pegaba a las embarcaciones enemigas y podía incluso flotar sobre las aguas, quemando todo lo que tocaba. Se fecha su invención a finales del siglo vil, en pleno apogeo de los ataques árabes contra Bizancio, cuando los bizantinos habían perdido gran parte de las provincias orientales. Una tradición atribuye la invención del fuego griego a un arquitecto de una de estas provincias capturadas por los árabes. El éxito de esta arma para conjurar los ataques de la flota árabe en sus dos primeros asedios a la capital bizantina fue muy notable; más adelante se usó contra sarracenos, eslavos y rusos, en los siglos VIII, IX y X. Sin embargo, a día de hoy, no es posible reconstruir su fórmula secreta. En la imagen, ilustración del Códice de Skylitzes donde se representa un ataque naval con fuego griego (BibliotecaNacional, Madrid).Texto National Geographic

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