Comprende un dilatado proceso que entremezcla continuismo y cambios durante casi cuatro décadas. Desde la rebelión con la que comenzó la Guerra Civil, nadie dudó que, en caso de vencer, el régimen previsto sería una ruptura respecto del pasado republicano. Lo vemos en las primeras instituciones gubernamentales creadas para la España nacional en plena Guerra Civil:
- Junta de Defensa Nacional,
- Junta Técnica del Estado y primer gobierno presidido por Franco, que serían el germen de la dictadura.
Los apoyos recibidos desde el principio permitían presumir el futuro político del Nuevo Estado que, por su larga duración, pasó, sucesivamente por las fases de dictadura personal, totalitarismo autoritario de pluralismo limitado, tecnocrático o de democracia orgánica.
Se trató de un régimen sin ningún carácter democrático, no sólo por su origen (sedición generadora de una guerra civil) sino por su posterior desarrollo, caracterizado por:
- el mando personal del caudillo,
- la inexistencia de
- partidos políticos,
- división de poderes,
- las libertades
- el fuerte control ejercido desde el poder,
- ideología franquista:
- antiliberalismo,
- anticomunismo,
- antirrepublicanismo,
- nacionalismo,
- concepción jerárquico-autoritaria
- nacionalcatolicismo.
En su última fase, sin abandonar el trauma de la Guerra Civil y la despolitización como recursos, se incorporaron otros factores:
- ideología desarrollista,
- nuevo sistema educativo y europeísmo,
- cambio de la estructura social que tuvo efecto desde la década de1960.
Con todo, y hasta el final, el franquismo defendió a ultranza la trama ideológica de los llamados principios del Movimiento:
- unidad e integridad de la patria,
- confesionalidad del Estado,
- la monarquía tradicional como forma de gobierno
- el corporativismo
- representatividad a través del municipio,
- sindicato vertical (nacionalsindicalismo)
Este fue el proceso institucionalizador del Nuevo Estado, no consumado hasta 1966 con la promulgación de la Ley Orgánica del Estado que culminaba las denominadas siete Leyes Fundamentales (Fuero del Trabajo, Ley de Cortes (orgánicas), Fuero de los Españoles, Referéndum, Ley de Sucesión, Principios del Movimiento y Ley Orgánica del Estado). Quedaba la proclamación en 1969, como sucesor a título de rey, del príncipe de España, en una monarquía instaurada, que no restaurada. Franco en 1975, propició la monarquía democrática de Juan Carlos I, poniendo de manifiesto la inviabilidad del franquismo sin Franco.