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𒀖Persas

1. Formación del Imperio Persa
Alrededor de 1400 a.C, esta zona estaba habitada por diferentes grupos nómadas que al asentarse formarán dos grandes grupos:

  • en el norte se asentaron los medos y
  • en el sur los persas.

Los medos estuvieron sometidos a  Asiria y más tarde lograron su independencia y hasta conquistaron a los persas. En 559 a.C el Imperio Persa con Ciro II (también conocido como “el grande”), logró conquistar todas las tierras de los medos. Con la llegada pone fin al dominio de los medos y comienza la conformación del imperio más grande visto hasta ese momento.
2. Las conquistas del imperio persa
Tras el ascenso al poder de Ciro el grande, los persas conquistaron los territorios de  Asia menor, en el año 546 a.C y en el año 539 conquistaron la ciudad de Babilonia.  Años más tarde, Ciro fue sucedido por Cambises II, bajo cuyo poder se produjo la conquista de Egipto. En el año 522, este rey fue sucedido por Darío I y luego por su hijo Jerjes. Para este momento, el enfrentamiento entre los griegos y los persas había comenzado y en el año 479 a.C Babilonia intentó sublevarse al imperio persa pero no tiene éxito. El emperador Jerjes fue asesinado, fue Artajerjes I quien tomó el trono.
3. Religión
Los persas profesaban una religión (aún vigente en algunas zonas de Irak) que había sido revelada por Zoroatro y planteaba la adoración de deidades: Ahura Mazda (la más importante, similar al dios griego Zeus), Mitra (el dios equivalente al dios Apolo de los griegos) y Anahita (diosa del agua y de la fertilidad, similar a la diosa griega  Artemisa).  No obstante, y como uno de los puntos principales de sus conquistas, los persas tenían una gran tolerancia religiosa con los pueblos conquistados.
4. Ritos funerarios
Los persas tenían pánico y hasta horror por los cadáveres. Tras morir un ser querido lo abandonaban porque consideraban que si lo enterraban, contaminaban la Tierra. Sucedía lo mismo con el agua y el fuego, por lo que los cadáveres quedaban a la suerte de ser devorados por animales salvajes.
5. Política del imperio
La política del imperio fue muy tolerante en cuanto a la religión y las costumbres. Muchos de los pueblos conquistados recibían de buen ánimo a los persas, puesto que se encontraban en absoluta anarquía antes de su llegada. Este fue el caso de los hebreos en Palestina o en las ciudades fenicias como Siria.
6. Comercio del imperio
La conquista de nuevos pueblos les permitió a los persas expandir su comercio.
Muchas de las conquistas fueron bien recibidas por los pueblos dominados y esto les permitió continuar con el comercio y contar con la protección del imperio para hacerlo. Los pueblos sometidos recibían los beneficios de las construcciones persas, que ampliaban o mejoraban los caminos para comercializar los productos a mayor distancia.

7. Cultura persa
Dada que la característica de este imperio era respetar a las culturas dominadas o conquistadas, los persas incorporaron varias costumbres y estilos de las zonas conquistadas. Esto permitió que la cultura persa se convirtiera en una de las más ricas.
8. Administración
La figura de mayor autoridad y poder era el rey, que representaba a un dios en la tierra por lo que debía ser el mejor guerrero y cazador. Este rey tení 
a un ejército personal llamado “los inmortales”, que defendían la figura
de autoridad monárquica del rey. Cada territorio tenía un gobernante al que llamaban Sátrapa. El imperio persa proporcionaba una distribución de los ingresos puesto que, mediante los impuestos se recaudaba moneda que luego era destinada como alimentos o vestimenta hacia las personas más necesitadas o bien se guardaba en diferentes puntos del imperio como reserva económica.
9. El ejército persa
Este ejército se caracterizó tanto por su puntería como por su destreza aunque no contaban con una fuerte organización y táctica militar. Esto llevó al imperio persa a caer frente al imperio griego perdiendo la mayoría de sus territorios en el año 334 a.C.
10. La caída del Imperio Persa
La caída del imperio persa era una de las metas de los griegos desde el año 350 a.C., objetivo finalmente logrado de la mano de Alejandro Magno en el año 334 a.C en Granico. Tras esta conquista, los persas presentaron resistencia y un año después los enfrentaron nuevamente en la batalla de los Issos, donde fueron derrotados. En el año 334 a.C los griegos invadieron Mesopotamia y el rey persa Darío les ofreció la paz, pero la rechazaron, lo asesinaron y tomaron las ciudades de Babilonia, Susa, Persépolis y Ecbatana.

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