Una cliserie es una representación gráfica de las variaciones de la vegetación en función de las condiciones climáticas. Estas variaciones pueden deberse a la latitud (cliseries latitudinales) o a la altitud (cliseries altitudinales). En las cliseries altitudinales, la representación de los diferentes pisos vegetales puede realizarse sobre un triángulo que esquematiza una montaña, o sobre un
perfil topográfico del terreno.
1. Elaboración de una cliserie altitudinal
1.1. Cliserie sobre un triángulo
■ Representar la altitud en un eje vertical comprendido entre los 0 metros y la máxima altitud que se quiera representar.
■ Trazar un eje horizontal perpendicular al eje de la altitud, a la altura de 0 metros. Dibujar la montaña sobre él de modo que su cima coincida con la altura de la montaña medida en el eje vertical.
■ Dividir la montaña en dos mitades mediante una línea vertical trazada desde la cima hasta la base, en el caso de que las formaciones vegetales varíen en función de la posición a barlovento o sotavento del viento dominante; o de la situación en la solana o en la umbría de la ladera.
■ Marcar los pisos de vegetación mediante líneas horizontales situadas a la altura correspondiente, medida en el eje vertical.
■ Asignar a cada piso un color y/o un dibujo de la formación vegetal correspondiente. El aspecto del símbolo debe aludir al tipo de formación. Por ejemplo, árboles de copa globular para las frondosas y de forma triangular para las coníferas.
■ Elaborar una leyenda explicativa de los símbolos.
■ Poner el título de la cliserie en la parte superior.
1.2. Cliserie sobre un perfil topográico
■ Si se opta por un peril topográfico, debe realizarse primero el corte topográfico del terreno, siguiendo la técnica vista en la unidad del relieve
■ Después, se debe situar los símbolos elegidos para las formaciones vegetales en la altitud correspondiente del perfil; elaborar la leyenda; y poner el título en la parte superior, indicando el nombre de los lugares donde comienza y termina el perfil topográfico.
dinales). En las cliseries altitudinales, la representación de los diferentes pisos vegetales puede realizarse sobre un triángulo que esquematiza una montaña, o sobre un perfil topográfico del terreno.
2. Comentario de una cliserie altitudinal
a) Interpretación del gráico
■ Definir la cliserie altitudinal y su tipo: representación gráfica de las variaciones de la vegetación en función de la altura sobre un triángulo que esquematiza la montaña, o sobre un perfil topográfico.
■ Identificar sus elementos: la altura del terreno se indica en un eje situado a la izquierda o en el centro del gráfico. Las formaciones vegetales se representan mediante franjas de distinto color y/o mediante símbolos. Debe valorarse si su forma alude o no al aspecto de la formación vegetal que representa.
b) Análisis de los pisos vegetales
■ Indicar los pisos vegetales que se suceden desde la base hacia la cima o a lo largo del perfil topográfico. En general, estos pisos pueden agruparse en formaciones vegetales de bosque, matorral y prados, aunque estos últimos no están presentes en los sistemas montañosos de media altitud del área mediterránea.
■ Explicar los factores que influyen en la variación de formaciones vegetales: la altitud, la orientación a los vientos dominantes y al sol, u otros factores:
– Las variaciones en función de la altura se deben a que, al aumentar la altitud, disminuye la temperatura —0,6 º/0,5 ºC por cada 100 m— y aumentan las precipitaciones. Por tanto, varían las condiciones climáticas y la vegetación correspondiente, dado que cada planta exige unas condiciones térmicas y pluviométricas concretas.
– Las variaciones en función de la orientación pueden deberse a la posición a barlovento o sotavento del viento dominante, que determina diferencias en las precipitaciones (las vertientes de barlovento son más húmedas que las de sotavento). También pueden deberse a la posición en la ladera de la solana o de la umbría (las solanas son más cálidas y secas que las umbrías).
– Otros factores que pueden inluir son alteraciones locales en las condiciones naturales (situación de abrigo, cambio de suelo) o alteraciones debidas a la acción humana (degradación de la vegetación natural, introducción de especies de uso agrario o de repoblación). Estos cambios pueden ocasionar la aparición de especies distintas a la vegetación clímax.
■ Caracterizar las formaciones vegetales que se suceden:
– Determinar los límites de altitud correspondientes a cada tipo de formación vegetal (bosque, matorral y prado), desde la base hacia la cima, o a lo largo del perfil topográfico. Si procede, hay que explicar las diferencias entre las vertientes: por qué existen formaciones vegetales distintas; o por qué la misma formación se encuentra a altitudes diferentes en cada vertiente.
– Indicar la fisonomía o aspecto y las exigencias ecológicas de cada formación vegetal.
c) Determinación de la zona geográica a la que pertenece la cliserie
■ La sucesión de formaciones vegetales permite la localización geográica de la cliserie.
■ En las cliseries de montaña, debe indicarse si se trata de una montaña alpina (Pirineos), atlántica (cordillera Cantábrica), mediterránea (resto de las montañas peninsulares y de las islas Baleares), o de las islas Canarias.
d) Conclusiones sobre los recursos vegetales
Teniendo en cuenta las formaciones vegetales existentes, pueden sacarse conclusiones sobre:
■ Su posible aprovechamiento: la madera de los árboles, en la construcción o en las industrias del mueble y del papel; los matorrales, en perfumería, medicina o elaboración de utensilios; los prados, como alimento del ganado; o la belleza paisajística, como recurso para ciertas modalidades de turismo de montaña.
■ La alteración humana de la vegetación natural o la necesidad de emprender actuaciones de recuperación vegetal.
(Texto Anaya educación)
