Inglaterra
Un caso diferente es el que nos vamos a encontrar en el mundo inglés. Es cierto que desde fines de la edad media los monarcas habían tenido junto a ellos unas instituciones representativas del reino lo que conocemos como las Cortes en España o los Estados Generales en Francia o el propio Parlamento en Reino Unido y, desde entonces, siempre se había establecido una lucha por el control del poder.
En el Reino Unido este enfrentamiento había terminado a finales del siglo XVII a favor del Parlamento, sentando las bases del gobierno representativo; este parlamento era la institución en la que los grupos vinculados a los intereses económicos dominantes es decir agricultores, terratenientes, productores y comerciantes, negociaban los problemas que surgían entre ellos, a la vez que ejercía el control sobre el poder del monarca
Los antecedentes del parlamentarismo inglés hay que buscarlos en la guerra civil surgida entre los realistas y los parlamentarios a partir de 1642, ante los deseos de Carlos I, de la dinastía de los Estuardo, de implantar el absolutismo en Inglaterra, en contra de las prerrogativas que el Parlamento inglés poseía desde comienzos del siglo XIII (CartaMagna), como su facultad para aprobar impuestos. Estos enfrentamientos terminaron con la ejecución del rey tras el triunfo de los parlamentarios que, dirigidos por Oliver Cromwell, proclamaron la república (1649-1660), convertida luego en una dictadura ante la necesidad de consolidar la situación en todo el reino.
Tras la muerte de Cromwell, la monarquía de los Estuardo retornó a Inglaterra en la persona de Carlos II en 1660, quien realizó ciertas concesiones al Parlamento como la abolición de algunas obligaciones feudales. No obstante, Jacobo II, su sucesor a partir de 1685, trató de volver al absolutismo, lo que unido a su catolicismo y a su política de favorecer a los católicos en un país protestante, acabaron por provocar el estallido de una nueva guerra civil: la Revolución Gloriosa de 1688. El trono fue ofrecido al protestante holandés Guillermo de Orange, que se convertiría en rey de Inglaterra bajo el nombre de Guillermo III tras su victoria sobre los jacobitas, partidarios de su yerno Jacobo II.
Así, desde la Bill Of Rights de 1689, el rey no va a disponer de un presupuesto ilimitado, ni va a tener tampoco derecho a imponerse a sus súbditos, ni va a ostentar la jefatura de un ejército permanente. Su papel va a ser esencialmente ejecutivo; las normas que regirán la actividad social salían del Parlamento, el rey debía poner en marcha los resortes necesarios para que esas normas se cumplieran.
Con el tiempo las asambleas parlamentarias acabaron teniendo una estructura bipartita (en lugar de tripartita representando a los estamentos), así el rey designaba la Cámara de los Lores mientras que la Cámara de los Comunes se formaba por elección. De esta manera se fue formando un régimen parlamentario y dió lugar a que se identificarán partidos políticos con soluciones diferentes para los problemas del país. Por un lado vamos a tener el partido Tory que representaba a la aristocracia agraria y por el otro vamos a tener al partido Whig que va a representar los intereses de los comerciantes y de los industriales.
El proceso de funcionamiento era bastante sencillo. El partido que tenía mayoría en la Cámara de los Comunes designaba un primer ministro que era el jefe de su partido; el primer ministro va a elegir su equipo y dirigía el gobierno hasta que en otras elecciones perdía la mayoría de los comunes y por tanto significaba que había perdido la confianza del Parlamento; entonces el primer ministro presentaba su dimisión al rey.
Un error muy común es pensar que los partidos que existían en este momento eran parecidos a los que existen en la actualidad. Funcionaba más o menos como los clubs o como miembros de que mantenían fuertes relaciones personales y acordaban seguir a alguien que se convertiría en el jefe del partido mientras su opinión le fuera favorable. A cambio el jefe del partido los ofrecía favores como era empleo en la administración, pensiones o bien títulos etc. cuando podría cumplir lo he decir cuando tuviera el poder. Poco a poco se fue conformando así la figura de político profesional, perteneciente a un grupo social reducido que decía la función política. La mayoría de los diputados fueron elegidos varias veces, la mitad de ellos tuvieron un escaño a la vez que uno o varios de sus parientes tenían rentas elevadas procedentes en su mayoría de la tierra o en menor medida del ejercicio de profesiones liberales o de la milicia y una minoría, del mundo de los negocios.
Un aspecto del que se sentían muy orgullosos los ingleses frente a los franceses era la cuestión de la libertades. El Habeas Corpus Act, de 1679, establecía que todo detenido podía dirigirse un juez de la Corte Suprema de Londres para obtener la libertad o su conducción ante el magistrado, quien decidió la liberación inmediata si no había pruebas razonables para su detención. Hay que destacar la libertad de prensa que se ejercía sin ningún control y desempeñaba cada vez un papel más importante en la vida política aunque muy poco se expresaban por medio de la prensa. En cuanto a la libertades de reunión y asociación proporcionaban cauces que permitían a los ciudadanos dirigirse directamente a sus representantes.
En conclusión la situación en Inglaterra era bastante diferente a la del resto de Europa puesto que la población se había acostumbrado a expresar su deseo mediante la renovación periódica de la cámara de los comunes y además el rey había perdido parte de su poder. Se consideraba a los ministros responsables ante la asamblea que le confiaba la dirección del gobierno y dentro del parlamento existían diferencias de opinión aunque todos defendían la monarquía parlamentaria aristocrática frente a cualquier ataque
Diferencias entre sistemas
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