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Despotismo ilustrado

Es difícil definir el  despotismo ilustrado porque surge como corriente del absolutismo representado por Luis XIV o por Pedro el Grande. Los déspotas ilustrados desecaban pantanos, construyen carreteras y puentes, codificaban las leyes, reprimía la autonomía y el localismo provinciales, cortaban la independencia de la Iglesia y de los nobles y organizaban un cuerpo de funcionarios públicos bien preparados y pagados. 

El despotismo ilustrado era secular, no se proclamaba depositario de ningún mandato del cielo y no reconocía ninguna responsabilidad especial ante dios ante la iglesia. Defendían, por tanto, la tolerancia religiosa, y este fue un punto nuevo que se diferenciaba de los anteriores reyes absolutos. El carácter secular de los gobiernos ilustrados se observa también en el frente común que adoptaron contra los jesuitas.

El despotismo ilustrado fue también racional y reformista. Se proponía reconstruir su estado mediante el empleo de la razón. Al compartir la interpretación de que el pasado era algo tenebroso, fue interés y fue intolerante frente a los usos y a las herencias del pasado como los sistemas de leyes consuetudinarias y los derechos y privilegios de la iglesia, de los nobles, de las ciudades, de los gremios, de las provincias, de las asambleas y estamentos, o de los cuerpos judiciales llamados parlamentos en Francia. Todas estas disposiciones las conocemos con el nombre de feudalismo. Lo que buscaba el déspota ilustrado eran resultados muy rápidos y no quería demorarse dentro de la burocracia antigua.

Características principales:

  • Promoción de las artes y las ciencias.
  • Preocupación por el nivel cultural de la nación y por el fortalecimiento de la educación.
  • Tolerancia religiosa y mayor libertad de prensa.
  • Creación de sociedades económicas y reformas en la administración pública.
  • Modernización de las ciudades.
Geohistoarteducativa (CC BY-NC)

Pero los gobiernos ilustrados van a fracasar debido a que parte de una premisa errónea y es "todo para el cuerpo para el pueblo pero sin el pueblo". Esta negación de las necesidades reales de la de la población dará lugar a que aunque se modernicen ciertos aspectos de los países, no se den soluciones a las situaciones adversas y a las demandas que están viviendo las poblaciones.

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