En la inmediata posguerra, entre 1945 y 1955, tuvieron lugar la inclusión de la rebelión de Asia y la Independ y las independencia del mundo islámico y árabe del próximo Oriente, esta fase culminó en la conferencia de Bandung, celebrada en el año 1955, símbolo del despertar de los pueblos independizados.  Entre 1955 y 1975 tuvo lugar la fase central de la independencia; se produjo el despertar de África, donde se vivieron simultáneamente movimientos de liberación y revoluciones. De 1975 a 1995 culminó el proceso con las independencias de África austral, Australasia, el Caribe y los países de Asia central.  

A la independencia siguió de maneras distintas, según las políticas de los colonizadores, las orientaciones de los movimientos nacionalistas y la mayor o menor presencia de población europea. En ocasiones el traspaso de poderes se hizo de forma gradual y relativamente pacífica, con negociaciones negociaciones entre los partidos autóctonos y la metrópoli, como fue el caso del Reino Unido en India cuando comprendió la importancia la imposibilidad de mantenerla; otras veces se consiguió con sangrientas y prolongadas guerras, como en Argelia o Indochina, donde los frentes de liberación reunían a todas las fuerzas independentistas; Indonesia o el Congo alcanzaron la independencia con la insurrección y la negociación.