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Justificación

Tartesos

El objetivo de la presente batería de actividades es acercarnos al conocimiento del mundo tartéssico a través de la investigación utilizando  textos clásicos y fotografías de restos arqueológicos

Actividad de Lectura

Las noticias más antiguas que nos han llegado sobre los pobladores de la Península Ibérica son las citadas por el escritor romano Rufo Festo Avieno, que vivió en el siglo IV después de Jesucristo y fue autor de una obra titulada “Ora maritima”, poema de senarios en el que se describen las costas mediterráneas. Pero lo importante de este libro es que Avieno utilizó fuentes antiquísimas de autor desconocido, y en las que el propio Avieno confiesa haberse inspirado. Una de estas fuentes, que databa del siglo VI antes de Jesucristo, es decir, mil años antes de la época en que vivió y escribió Avieno, era un “periplo”, o sea, un viaje de navegación costera realizado por un marino griego o púnico, en el que partiendo quizá de las costas de Bretaña o de Cornualles, en Inglaterra, llegó hasta Marsella (Massalia).Resultado de aquel viaje fue la narración animada y viva de los lugares visitados por el desconocido marino, que proporcionan las más antiguas noticias existentes sobre España.
Uniendo citas de historiadores y geógrafos clásicos, como Hecateo de Mileto, Heródoto, Estrabón y otros, se ha podido reconstruir la posible historia de un pueblo que sería el primero histórico establecido en la Península Ibérica, y que desarrolló una brillante cultura que desdichadamente no ha podido ser confirmada por restos arqueológicos.
       El nombre de Tartessos, aplicado al país (zona?), pareció proceder del río principal que lo atravesaba, el que los romanos llamaron luego Oleum flumen (río del aceite) y más tarde Betis, y que ahora es conocido con el nombre árabe de Guadalquivir (río Grande). No es raro que un pueblo tome el nombre de un río o que se produzca el fenómeno contrario, como el caso de los íberos (Ebro) o los indios (Indo); lo cierto es que esta denominación de Tartessos (del país) y de tartesios (sus habitantes) aparece frecuentemente en las citas históricas antes señaladas.
       La ¿capital? de este país se hallaba, según las repetidas fuentes, en una isla formada por los dos brazos en que desemboca el río. Un historiador alemán, que trabajó durante mucho tiempo en España y al que se debe una meritoria aportación a la historia de la España antigua. Adolfo Schultten, trató de buscar los restos de la ciudad en el lugar señalado por la obra de Avieno, en el coto de Doñana, pero sin éxito alguno. Sin duda, ha sido esta afirmación la que ha  desconcertado durante años el trabajo científico sobre el hecho tartesico y su realidad geográfica y política
Costa de Huelva Busca información sobre los historiadores y geógrafos clásicos citados en el texto

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