Fases de la guerra
La guerra corta 1914
Al principio del conflicto la moral era altísima en ambos bandos, todas ellas gritaban a Berlín en el bando de los al de los aliados mientras que en el bando de las potencias centrales se limitaba a París coreando los felices ingenuamente pensando que la guerra sería corta.
Para ello se apoyaron en el plan de guerra alemán conocido como el PlanSchlieffen (concebido en 1905) que consistía en atacar primero a Francia a través de Bélgica de esa manera se derrotaría rápidamente a Francia Y podrían lanzarse contra Rusia antes de que el zar pudiera organizar sus enormes efectivos.
El plan estuvo a punto de triunfar. Lanzaron su ejército por varias rutas hacia el oeste y en cinco semanas estaban a pocos kilómetros de París. Pero los rusos desencadenaron su ofensiva antes de lo esperado y entraron en Prusia oriental; esto desbarató uno de los aspectos básicos del plan inicial pues Moltke, responsable de la estrategia alemana, retiró fuerzas del frente francés para utilizarlas en el este. Consiguieron derrotar a los rusos en Tannenberg y en los Lagos Masurianos, pero en el frente occidental, el Mariscal francés Joffre, que había conservado una gran sangre fría ante la derrota, lanzó la contraofensiva aliada con la ayuda de un pequeño cuerpo expedicionario inglés. La batalla del Marne que se desarrolló del seis al 11 de septiembre cambió el curso y el carácter de la guerra; la esperada derrota rápida de Francia no se produjo, si bien las potencias centrales ocuparon Bélgica, el noroeste de Francia y la Polonia rusa. En Alemania Moltke fue reemplazado por Falkenhayn.
La guerra entraba en un momento delicado puesto que las pérdidas en hombres eran considerable en ambos bandos y además existía una penuria de municiones bastante apremiante ya que ambos ejércitos que se encontraban exangües y mal abastecidos y los ejércitos quedaron inmovilizados sobre el terreno en una línea de fortificaciones terrestres comenzando así una nueva fase. La interminable guerra de trincheras o de posiciones.
En noviembre los ejército franco británico y alemán hicieron varios intentos infructuosos de rebasarla a la adversario mientras se desplazaban hacia el norte, culminando en las tierras de Flandes, esta carrera hacia el mar que se dió de noviembre dió lugar a combates que se encuentra entre los más sangrientos de la historia de la Primera Guerra Mundial.
La guerra de posiciones 1915-1916
En Navidad los ejércitos se encontraron frente a frente, ningún bando veía la manera de romper el frente contrario y llegar un resultado decisivo. Millones de combatientes quedaron inmovilizados y paradójicamente obligados a enterrarse para sobrevivir. Comenzó una lucha sangrienta insensata en la que se inmolaron centenares de miles de soldados sin ganar un palmo de terreno y volviendo a perder rápidamente lo que se había ganado con mucho esfuerzo, castigados implacablemente por una artillería que causó un 70% de todas las muertes de la guerra.
Las trincheras cubrían una extensa línea desde el mar del Norte hasta Suiza. Solo se luchaba con tácticas del pasado contra armas del presente. Los generales se empeñaban en preparar la gran batalla que había de decidirse con una carga de caballería, pero la caballería resultaba inútil en estos campos llenos de alambradas y las ametralladoras exterminaban a la infantería cuando intentaba soltar las posiciones enemigas a bayoneta sin estar cubiertas por la necesaria artillería. Las posiciones van a permanecer iguales hasta el verano de 1918.
En 1915 los imperios centrales hicieron un gran esfuerzo por dejar a Rusia fuera de combate y poder reforzar el frente occidental . así sus ejércitos se adentraron mucho en el imperio zarista. Pero los rusos, aunque tenían escasas municiones y tuvieron grandes pérdidas, seguían luchando a finales de año. Por segunda vez los alemanes vieron un éxito inicial frustrado.
En el frente occidental donde luchaban los franceses y los anglo canadienses, las repetidas ofensivas y contraofensivas guiadas por la obsesión de romper el frente fracasaron una y otra vez por ejemplo en las campañas de Artois y de Champaña, con enormes pérdidas de vidas y de material.
En vista de la inutilidad de los resultados, entre los aliados acabó por prevalecer una estrategia distinta, la estrategia periférica o del punto débil, que era defendida por los británicos y que consistía en un ataque a los francos de la adversario. Así surgió la expedición de los Dardanelos en 1915 que acabó en un absoluto fracaso y eso que había comenzado con grandes esperanzas en marzo pero en noviembre era evacuada la península de Gallípoli. La misma suerte se corrió en los demás frentes de Oriente medio centrados en la zona de Mesopotamia. La incorporación de Italia abrió un nuevo frente con Austria; sin embargo los italianos no pudieron vencer a los austriacos y en unos meses perdieron más de 250.000 hombres. También los imperios centrales intentaron la estrategia del punto débil atacando a Serbia, cuya suerte estaba echada pues tenía un ejército agotado y mal equipado y estaban amenazada en la retaguardia por Bulgaria. Serbia fue devorado en pocas semanas y solo les quedó la huida junto a miles de refugiados, fue el éxodo de todo un pueblo que vivió un calvario como se había conocido pocos.
La locura o shock de las trincheras.
Los soldados en la contienda permanecían esperando escondidos. Sin embargo, en el momento en el que tenían que entrar en combate al sonido del silbato de turno, muchos se quedaban inmóviles, observando a su alrededor cómo morían sus compañeros, sin reaccionar por culpa del pánico.
Uno de los momentos más representativos al respecto fue la batalla de Ypres en 1915, que enfrentó a las fuerzas de Francia, Reino Unido, Australia y Canadá al Imperio alemán. Los soldados quedaron paralizados por el pánico cuando los alemanes lanzaron una nube azul de ácido clorhídrico que los ahogaba y dejaba ciegos.
El miedo en los soldados no solo se manifestó a través de este bloqueo mental; muchos dejaron de hablar, experimentaron espasmos faciales, trastornos en el sueño o cegueras por casos de histeria.
En un principio estos combatientes fueron acusados de cobardes y antipatriotas. Incluso, algunos asistieron a consejos de guerra o fueron fusilados por deserción. Finalmente, tuvo lugar un cambio de mentalidad y empezó a realizarse un seguimiento a los soldados afectados por estas neurosis: para ello se llevaron al frente psiquiatras
a) 1916. El desgaste
En 1916, ambos bandos intentaron de nuevo, al norte de Francia, romper el punto muerto en que estaba la guerra en el frente occidental. Los alemanes procuraron sin éxito romper la línea defensiva de Verdun; Joffre designó a Pétain para defenderla, pero le escatimaban las tropas porque los aliados estaban proyectando su gran ofensiva. La batalla de Verdun fue dramática, el frente francés se descompuso en numerables posiciones aisladas entre sí con la única consigna de resistir. Nunca se había conocido en una batalla tal cantidad de vivos y muertos juntos que duraron durante seis meses entre febrero y julio, se enfrentaron 2 millones de hombres y 1 millón de bajas, la resistencia francesa se hizo legendaria y los alemanes tuvieron que desistir ante las enormes pérdidas. Falkenhayn fue sustituido por Hindenburg en el mando alemán.
Cuando todavía se luchaba en Verdun, los aliados lanzaron su ofensiva en el Somme con el fin de romper las líneas alemanas, se planteó también como una batalla de desgaste en la que la artillería tenía que conquistar el terreno y la infantería ocuparlo, pero los sucesivos asaltos fueron infructuosos. Los aliados dispusieron del doble de piezas de artillería que los alemanes, por primera vez se vieron los efectos del esfuerzo industrial realizado por ingleses y franceses. La batalla del Somme (de julio a octubre) se saldó con más muertos que la de verdum más de 1 millón y medio, sin conseguir modificar la situación bélica. Joffre fue relegado y sustituido por Nivelle.
b) La guerra en el mar
Aunque las operaciones bélicas fueron sobre todos terrestres, también el mar fue escenario de la lucha. No se trató de un enfrentamiento entre las escuadras, sino de utilizar los barcos de guerra para asfixiar económicamente al enemigo, esta guerra económica la comenzaron los aliados cuando vieron que el conflicto se prolongaba. A finales de 1914 impedían prácticamente el comercio alemán por medio de un apretado bloqueo de la costa europea; se trataba de impedir el aprovisionamiento de las potencias centrales para forzarlas a la capitulación.
Al principio le bastó Alemania su comercio con los neutrales, pero pronto la poderosa marina británica ayudada por la francesa, contraviniendo las leyes del mar para tiempos de guerra, comenzó a interceptar todos los artículos destinados a las potencias centrales y a impedir a los neutrales dirigirse a los puertos alemanes. Desde 1914 los países neutrales y los alemanes se las ingeniaron para burlar el control de los ingleses, aunque cada vez más se dejaban sentir en Alemania los efectos del bloqueo (sobre todo en textiles, alimentación y explosivos), éste no tuvo un efecto decisivo.
Los alemanes aplicaron a su vez con el bloqueo por medio de un arma nueva, el submarino, ante el cual al principio, la armada británica era impotente. Éste bloqueo era aún más brutal que el de superficie, pues el submarino es un arma tosca que para efectuar su cometido solo podía hundir los barcos. Entre 1915 y 1.916 hundieron más de 1700 barcos mercantes y de pasajeros. En mayo de 1915 fue hundido el Lusitania que transportaba material de guerra y pasajeros desde Estados Unidos. En 1917, con la guerra estancada, los alemanes comenzaron en enero la guerra submarina a ultranza y anunciaron que hundirían todos los barcos mercantes que se encontrasen alrededor de las islas británicas o en el Mediterráneo. Tenían una excusa: los abusos de los aliados y una necesidad hundir a Reino Unido. En Londres se desató el pánico, pero las medidas defensivas consiguieron reducir notablemente los efectos del bloqueo. Finalmente, la población para aniquilar a Reino Unido en seis meses fue un fracaso y los Estados Unidos entraron en guerra, lo que sería decisivo para la derrota de las potencias centrales.
El año decisivo 1917
En 1917 se abandonó esa guerra de desgaste y se volvió a intentar una ruptura rápida del frente. Las ofensivas de los aliados fueron inútiles y me costosas; en Francia Nivellel fue sustituido en el alto mando por Pétain. El único éxito obtenido fue el de los austriacos en Caporetto, que fue un auténtico desastre para los italianos. Los aliados decidieron permanecer a la defensiva en espera de que fuese más clara la superioridad en artillería, tanques y aviones, confiando ya en los contingentes americanos. Por entonces, los alemanes, después del fracaso de Verdun, ya no esperaban conseguir la victoria por medio de una ofensiva triunfante, sino que pensaban en otras armas: la del estilo indirecto (el bloqueo).
Nada de lo que ocurrió en 1917 fue ajeno a los hechos cruciales que cambiaron doblemente la situación: la entrada de los Estados Unidos en la guerra el 6 de abril y las dos revoluciones rusas la de febrero y octubre. Con el triunfo de la revolución bolchevique los rusos firman un armisticio en diciembre y como no pudieron seguir luchando se vieron obligados a firmar más tarde una paz que significaba la pérdida de extenso territorio del antiguo imperio zarista. El tratado de Brest Litovsk en marzo de 1918, establecía la paz ruso alemana y reconocía la independencia o al menos, la pérdida para Rusia de Polonia, Ucrania, Finlandia y las provincias bálticas: Estonia, Letonia y Lituania. Fue el máximo éxito de los alemanes en toda la guerra porque desaparecía el frente oriental.
La posición de Estados Unidos frente a la guerra siempre fue titubeante el presidente Wilson siempre apostó por la neutralidad pero cuando se vieron amenazados por medio del hundimiento de los barcos sus intereses económicos, se vio obligado a declarar la guerra, lo cual hizo en abril de 1917. Por tanto quedaban modificadas ahora las condiciones de la guerra ya que ambas orillas del Atlántico quedaban en manos de los aliados y esto dió lugar a que se diera un poderoso impacto psicológico para inclinar la guerra a favor de los aliados.
La fase final: 1918
Los alemanes lanzaron una formidable ofensiva en marzo que obligó a retroceder a ingleses y franceses. En junio estaban de nuevo en el Marne a casi a las puertas de París, el kaiser ya pregonaba su triunfal entrada en París donde la ansiedad se extendía. El jefe de la situación llevó a los aliados a establecer por primera vez un mando único a cargo del general Foch.
Tuvo lugar la segunda batalla del Marne, donde la aviación fue utilizada por primera vez de forma masiva, lo que fue un hito decisivo en la guerra. Los alemanes estaban agotados y sin posibilidades de refuerzo desde Estados Unidos llegaban algo 250.000 soldados por mes. La contraofensiva aliada de septiembre fue superior a la resistencia alemana y así el alto mando alemán comunicado al gobierno que no podía ganar la guerra. En los demás frentes los aliados también conseguían victorias ya que Bulgaria fue la primera en rendirse en septiembre después el imperio otomano y Austria-Hungría en noviembre. Alemania fue la última que firmó el armisticio el 11 de noviembre. La gran guerra había terminado
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