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Causas

Causas remotas

bismarckPensamiento Político de Bismarck

Otto Von Bismarck analizó los resultados de la política de Metternich y establece un guión para desarrollar la política exterior que se basa en cinco puntos:

1. La política como arte de lo posible, la política exterior de un país no puede depender de las emociones, sino del cálculo; no debe fundamentarse en sentimiento sino en un cálculo de fuerzas, lo dice textualmente “… la única base sana para la política de una gran potencia… Es el egotismo y no el romanticismo, la política es el arte de lo posible, la ciencia de los relativo.

La política de los estados está por encima de los intereses particulares de los que dirigen: “…ni siquiera el rey tiene derecho a subordinar los intereses del Estado sus simpatías o antipatías personales“

2. Para el logro de sus objetivos considera a Austria como país que estorba a Prusia: “nuestra política no tiene más campo que Alemania, y eso es lo que precisamente Austria cree que necesita para así… Nos arrebatamos una a otra el aire que necesitamos para respirar…“

3. Oportunismo, como norma política. Se traduce en toda su acción política y en concreto con respecto a Austria, a la que piensa atacar -puesto que nunca aceptaría la hegemonía de Prusia, e iba así contra los intereses prusianos-, cuando surgiera el momento oportuno

4. Olvido de las normas que en política exterior venían funcionando en Europa y replantear el Concierto de Europa en cálculos concretos de poder. No cabía dudar en saltarse entonces invioladas cláusulas de los acuerdos de Viena, cuando entraron en conflicto con el orden existente

5. La relatividad de la legitimidad: Bismarck partía de la base de que el poder portaba su propia legitimidad. En consecuencia podía llevarse a cabo pactos o relaciones con aquellos países que coyunturalmente interesara. Francia incluso en contra de Austria si llegase el caso

Bismarck llegó a la conclusión que el sistema Metternich asfixiaba a Prusia y tras la guerra de Crimea quedó patente que el panorama internacional había cambiado así que proclama que los sistemas de Metternich se habían quedado en la Europa del siglo XVIII ya que basaba su sistema en mantener un equilibrio pasivo mientras que para Bismarck el equilibrio se basaba en el movimiento. De alguna manera su pensamiento recoge las ideas de supervivencia del darwinismo.

Geohistoarteducativa (CC BY-NC)

bis 

A comienzos del siglo XX, la mayoría de los países europeos formaban parte de un complejo sistema de alianzas entre estados que se habían fraguado desde finales del siglo XIX como hemos visto. Éstas alianzas que desembocaron en la Primera Guerra Mundial se se empezaron a forjar a instancias de Alemania en la época del canciller Bismarck. El sistema alianzas internacionales promovido por Alemania tenía como objetivo consolidar la hegemonía alemana en la política continental europea y la contención de sus rivales en particular el aislamiento de Francia para evitar un posible revanchismo por la pérdida de las regiones de Alsacia y Lorena tras la derrota en 1870. Éstas alianzas concluyeron con la firma de la triple alianza en 1882 entre Alemania y el imperio austrohúngaro e Italia.

Francia y Rusia que se sentían amenazadas por Alemania, firmaron un acuerdo en 1892. A su vez, Francia firmó con Gran Bretaña que temía la rivalidad de Alemania en el comercio marítimo, la entente cordial en 1904. Éstas alianzas para contener Alemania llevaron a la creación de la triple entente en 1907

Comentario

triplena

*CASUS FOEDERIS: expresión en latín que significa "motivo de la alianza"

paz

Causas próximas

Los enfrentamientos entre los imperialismos

Alemania también rivalizaba con Francia y Gran Bretaña por el dominio de las colonias extraeuropeo y aspiraba a convertirse en una potencia colonial en África. A principios del siglo XX, las pretensiones de Alemania de introducirse en Marruecos, uno de los últimos territorios africanos todavía por repartir, chocaron con los intereses de las potencias ya instaladas en aquel continente. Dos momentos de tensión hicieron presagiar una guerra inminente.

rmarruecosimera  crisis marroquí 1905. El kaiser alemán Guillermo II ofreció apoyo militar al sultán de Marruecos para resistir a las presiones francesas de establecer un protectorado en la zona. Para resolver el conflicto, se convocó la conferencia de Algeciras en 1906 que estableció un protectorado compartido entre España y Francia en Marruecos y frustró las aspiraciones alemanas.
Segunda crisis marroquí 1911. Alemania no se resignó a ser excluida de la zona y con motivo de una insurrección en el sur de Marruecos, el gobierno de Berlín envió barcos de guerra al puerto de Agadir, bajo el pretexto de proteger a los súbditos alemanes que vivían en la zona. Aunque Gran Bretaña apoyó a Francia, Alemania presionó y acabo consiguiendo la ampliación de su colonia de Camerún a cambio de abandonar Marruecos.
LOS ACONTECIMIENTOS DE GUERRA INMINENTE

Los Balcanes constituían una zona de conflicto en Europa como resultado de la disgregación del imperio turco. En la región se enfrentaban los intereses de Serbia y de Bulgaria que pretendían unificar y liderar a los pueblos eslavos del Sur y los del imperio Austro-húngaro y del imperio ruso que aspiraban a ampliar su influencia en los Balcanes. Para frenar el expansionismo austriaco, Rusia se convirtió en protector y aliado de Serbia alegando ser eslavos igual que él. En este contexto estallaron en los Balcanes tres crisis sucesivas.

Anexión de Bosnia-Herzegovina 1908, por parte del imperio Austro-húngaro. Este hecho provocó la indignación de Rusia y fue el origen de las dos guerras balcánicas que se sucedieron.
Primera guerra balcánica 1912. El imperio ruso apoyó la creación de una liga balcánica, que agrupaba a Serbia, Bulgaria, Grecia y Montenegro, para enfrentarse al imperio turco. Como resultado los turcos tuvieron que abandonar los territorios europeos que todavía tenían, a excepción de Constantinopla, reconocer la independencia de Albania y ceder a Bulgaria una salida al mar Egeo
Segunda guerra balcánica 1913. Enfrentó a los serbios, que contaban con el apoyo de Grecia, Montenegro y Rumanía, y a los búlgaros. La paz de Bucarest obligó a Bulgaria a ceder territorios a diversos países y otorgó a Serbia importantes compensaciones territoriales

Detonante

FFEl detonante de la guerra fue el asesinato en Sarajevo, capital de Bosnia, del heredero de la corona austriaca, el archiduque Francisco Fernando el 28 de junio de 1914. Un estudiante bosnio relacionado con grupos nacionalistas serbios perpetró el atentado. Animada por Alemania, Austria declaró la guerra a Serbia, acusado de organizar el atentado.

A partir de ese momento se puso en marcha el juego de alianzas, y en una semana toda Europa entro en guerra. Rusia apoyó a Serbia y declaró la guerra a Austria. A su vez, Alemania aliada de Austria declaró la guerra a Rusia y a Francia. La invasión de Bélgica, país neutral, por parte de los éxitos alemanes hizo que el Reino Unido declarase la guerra a Austria y Alemania. Solo Italia se mantuvo neutral.

Texto 1

Nuestra convicción es que el Imperio alemán actual, comprimido en- tre las potencias del Este y las del Oeste, está obligado, para subsistir, a extenderse (...). La ventaja de nuestra situación se incrementa por el hecho de que, al igual que les sucede a Rusia y Estados Unidos, las regiones donde nosotros podemos expansionarnos son contiguas a
nuestro territorio y tienen sólidos vínculos con la madre patria (...). No es cierto que haya sitio para todos en este mundo, pero sí que lo hay para algunos grandes Estados, a los cuales, evidentemente, los pequeños deberán someterse. El imperialismo alemán significará, pues, la elevación de Alemania al rango de potencia mundial (...).

Ernst HASSE: Imperialismo y política colonial, 1906.

Texto 2

Una Gran Serbia sería una atracción permanente para todos los esla- vos de Bosnia y Herzegovina, de Croacia, Eslavonia y Dalmacia, y constituiría un peligro para la tranquilidad y la seguridad de Austria-Hungría. O Austria-Hungría se procura unas seguras garantías por medio de una asociación económico-política estrecha con una Serbia engrandecida, o si Serbia no abandona su política antiaustriaca, nuestra monarquía se verá obligada a defender ella misma sus intereses.
Declaración del ministro austrohúngaro de Asuntos Exteriores, 1912.

Texto 3

Hablar de paz está de moda. Pero es en honor de la paz que estamos construyendo unos presupuestos de guerra colosales. ¡Ah! ¡La buena paz! El alimento que devora la sangre de los pueblos. Enviar a las fábricas metalúrgicas una orgía de pedidos para preparar la guerra es un viejo truco. No, no, dicen, es para asegurar mejor la paz. Acorazados y más acorazados, presupuestos y más presupues- tos, millones y más millones, menudo blando lecho para esa buena
diosa de la paz.
Jean JAURÈS (socialista francés). L'Humanité, 27 de octubre de 1905.

Actividad

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