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Dictadura franquista

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Geohistoarteducativa (CC BY-NC-SA)

La dictadura franquista se extiende por un periodo de 36 años, durante los cuales la vida política del país se caracteriza por la ilegalidad de todos los partidos políticos con la excepción del Movimiento Nacional. La habilidad del dictador de mantener a España al margen de la Segunda Guerra Mundial permite la continuación del régimen, una vez que los fascismos son barridos de toda Europa. El aislamiento internacional del franquismo se rompe en 1953, cuando España y los Estados Unidos, bajo la presidencia de Eisenhower, firman un acuerdo de cooperación que permite el establecimiento de bases militares norteamericanas en suelo español. Seguidamente, en 1955, un acuerdo entre los Estados Unidos y la Unión Soviética permite a España entrar en las Naciones Unidas con otras quince naciones.

La posguerra de los años 40 es extremadamente dura. A la privación de libertades se une la severa carencia de bienes para el consumo. Esta situación sólo cambia a partir de los años 60, cuando se produce un crecimiento económico sin precedentes en la historia de España. Al mismo tiempo, el régimen franquista inicia un proceso de apertura con la intención de preparar el escenario político que seguirá a la muerte del dictador. Como parte de este proceso, en 1969, Franco nombra sucesor a Juan Carlos I de Borbón. La ligera apertura política y el crecimiento económico permitieron la continuación del régimen hasta la muerte del dictador, así como la transferencia pacífica de poder. En 1975, Franco fallece y Juan Carlos I presta juramento como rey de España ante las Cortes y el Consejo del Reino.

Geohistoarteducativa (CC BY-NC-SA)