Los factores que influyen en la localización de los servicios son:
- El volumen y la distribución de la población: una población numerosa y concentrada en ciudades atraen los servicios; mientras que la población dispersa deja zonas sin cubrir.
- La existencia de redes de transporte y comunicación que faciliten el acceso a los servicios.
- La frecuencia de consumo: los servicios básico, poco especializado y de uso frecuente, se ubican en muchos puntos, al exigir menor umbral de demanda (panadería); mientras que los más especializados y de uso poco frecuente se ubican en pocos puntos y de mucha población, a necesitar un gran umbral de demanda para ser rentables se (joyería).
- El nivel de desarrollo de renta de la población: cuanto mayores, atraen más servicios y más especializados
4.1 Tendencias de localización y emplazamiento en España
Hasta la crisis de 1975, los servicios tendieron a concentrarse en la ciudades. Desde entonces, se acentúa las de la difusión de algunos hacia espacios periféricos, a la vez que se mantiene el fuerte atractivo de las principales ciudades.
a) La concentración de los servicios en la ciudades, especialmente en las grandes áreas metropolitanas, se debe a su mejor oferta de consumidores, mano de obra y transporte. Afecta a los servicios adicionales que requieren proximidad al consumidor (comercio minorista) un nivel de demanda alto (servicios especializados); y en la actualidad a los servicios más avanzados y a la sede centrales de las grandes empresas, que sitúan en las áreas más prestigiosas y edificios emblemáticos de los distritos centrales, dado que ocupan poco espacio pueden pagar el elevado precio de suelo.
b) La descentralización de ciertos servicios hacia la periferia de las grandes ciudades; la ciudades medianas y pequeñas; incluso ciertas áreas rurales bien comunicadas se ha intensificado desde la década de 1970 y 1980. Las causas son la suburbanización de la residencia; la mejora de los transportes de las comunicaciones; y algunos problemas de los centros urbanos, como la carestía de los inmuebles, la congestión de tráfico y la degradación social y medioambiental.
La descentralización afecta los servicios que necesitan menos contacto con la población (ciertos servicios a las empresas), menor frecuencia de compra (supermercado), o amplias superficies y suelo barato (universidades, polideportivo). No obstante, en numerosos casos se trata de una desconcentración concentrada, dado que muchos tienden a concentrarse en ciertas áreas de servicios de los lugares a donde se difunden.

En el futuro, las desigualdades en la terciarización pueden aumentar. Aunque todavía existe margen para el crecimiento cuantitativo del sector, las cifras son ya altas y similares a la de otros países del entorno. Por tanto, su evolución se orientará a mejorar la calidad y la diversificación. Así, la distribución de los servicios estará cada vez más condicionada por el desigual reparto de las actividades productivas y de la renta, con el consiguiente riesgo de la acentuación de los desequilibrios existentes
