- Ciudad Global: su influencia se extiende fuera de su propio país porque son centros de poder político o de relevancia económica continental o mundial.
- Aquí entraría el término Metrópolis:
En la actualidad se utiliza el término metrópolis para denominar a ciudades de influencia mundial, sin embargo se puede utilizar para definir a ciudades con una influencia bastante marcada en una región en específica, según algunas definiciones la población de una ciudad considerada como metrópoli puede oscilar entre 2 y 9 millones de habitantes, ya que si supera dicha cifra se pasaría a denominar como una megalópolis.
En la mayoría de los países las metrópolis son aquellas ciudades que concentran un nivel de importancia bastante relevante en lo que se refiere a economía cultura y población, además de ser el eje principal desde donde se manejan las principales conexiones con el ámbito internacional, es decir que sirve como sede de los principales puerto y aeropuertos que son utilizados para transportar a las personas y mercancías desde dicho país hacia el interior del mismo e incluso a otras naciones. En ocasiones las metrópolis son también la sede desde donde funciona el poder político, es decir que desde allí se toman las principales decisiones que afectan el desarrollo del país.
- Aquí entraría el término Metrópolis:
- Ciudad de rango nacional: algunas ciudades son muy influyentes porque poseen una gran relavancia política o económica dentro del todo el territorio nacional, en su mayor parte son capitales de países, aunque también pueden aparecer otras ciudades.
- Ciudad de rango regional: su influencia se subscribe al ámbito regioanal, en ella se ofrecen numerosas oportunidades económicas. Además disponen de muchos y variados servicios como centros de enseñanza y de salud, lugares de ocio, etc.
JERARQUÍA
Teorías sobre localización de las ciudades
Von Thünen y la renta de localización
Von Thünen nació en 1783. Sus estudios partieron de la observación de lo que sucedía con la explotación de su finca de Tellow, cerca de Mecklemburgo, analizando las relaciones entre ciudad (consumidor) y localización agrícola (productor). Partía de la necesidad de maximizar el beneficio de la renta agrícola que dependía del tipo de producción, la cantidad producida y la distancia al mercado. Concluía que en una llanura uniforme y con una ciudad en su centro, la renta era función del tipo de producción y de la distancia al mercado. Llegó a proponer una disposición de cultivos en círculos en torno a la ciudad: ganado de leche y cultivos de huerta, silvicultura y, más lejos, cereales. El resultado de sus reflexiones lo publicó en el año 1926, junto con Friedrich Perthes, en el libro Der isolirte Staat in Beziehung auf Landwirthschaft und Nationalökonomie ("El Estado Aislado en relación con la agricultura y la economía nacional").
Su modelo ghanés sido criticado por el hecho que, según su planteamiento, los productos más pesados se obtenían más lejos con lo que el coste del transporte los penalizaba. Además intervenían muchos más factores que no consideraba, tales como el crecimiento de la ciudad que hacía más valiosos los terrenos próximos al centro. En 1842 publicó una edición revisada, ahora con Leopold de Rostock. Al final, sus planteamientos llegaron a admitirse con precauciones sólo para la explicación de las rentas agrícolas en función de la distancia a los mercados. Su importancia radica en que fue el origen de múltiples modelos de organización territorial basados en la llamada renta de localización. La renta de localización se apoyaba en dos elementos que han sido pulverizados con los sistemas modernos de transporte y conservación de alimentos: el tiempo que se tardaba en llegar a los mercados, básico para algunos productos perecederos, y el coste del hacerlos accesibles a los mismos.
La teoría del lugar central de Christaller
En realidad, los trabajos de Christaller tuvieron como referente los de Hans Bobeck (a quien citaba en su tesis doctoral) y, por supuesto, los de Johann Heinrich von Thünen. La importancia de Walter Christaller se deriva del hecho de que abandona el determinismo geográfico como base de la explicación de la organización del sistema urbano para centrarse en los aspectos económicos y sociales. En 1933 publica su obra fundamental Die zentralen Orte in Süddeutschland (“Los lugares centrales en Alemania meridional”), donde analiza la localización de las actividades de intercambio y la distribución de las funciones terciarias.
Aunque el sistema pueda parecer muy rígido y ordenado Christaller introduce, además del principio del mercado visto en el párrafo anterior (Marktprinzip), el del transporte (Verkersprinzip) y el administrativo (Zuordnungsprinzip), que complican el modelo. Supone que el transporte alarga las áreas de influencia urbana en el sentido de las vías de comunicación. Además considera que un centro administrativo debe controlar siete centros de orden inferior frente a los tres que preconiza el principio de mercado. El modelo también fue criticado por muchas razones que no se le escapan a nadie. La fundamental es que, en la mayoría de los casos, el espacio físico real no es isótropo. A esta se añadieron muchas otras que le inclinaron a proponer otra medida de la jerarquía basada en el número de teléfonos por mil habitantes tampoco acogida con demasiado entusiasmo.
Las aportaciones de August Lösch
En 1939 el economista alemán August Lösch publicó Die räumliche Ordnung der Witrschaft(“Economía de la localización”), donde planeaba la cuestión de situar la actividad económica atendiendo a la organización regional. Ponía el foco en la economía y no en cuestiones geográficas o políticas lo que fue un avance importante. Llega a conclusiones que podrían asimilarse en cierta mediad a las de Christaller aunque partiendo de un enfoque diferente. Y no es el único (Edward Ullman, por ejemplo, también llega a algo parecido) lo que hace pensar a estudiosos como Claval que esta teoría era un concepto emergente que surgía en aquellos momentos de forma natural al estudiar el sistema urbano.
Su modelo se basaba en una llanura uniforme, con recursos repartidos por igual, y un área de mercado óptima definida por el radio mínimo necesario para la venta y el coste del transporte. En estas condiciones surgía un dibujo hexagonal con la industria en el centro. A partir de aquí propuso su concepto de redes de áreas comerciales. Las ciudades pueden verse, para su modelo, como concentraciones puntuales resultantes de la agrupación de industrias. Son tres los factores que organizan el sistema: la distancia, la producción a gran escala y la competencia. Supone la lucha entre dos planteamientos: el de obtener el máximo beneficio por parte del productor y el de reducir al mínimo la distancia por parte del consumidor. El resultado es también una red de hexágonos. Su planteamiento es más general y sistemático que el de Christaller aunque las críticas que se hacen a ambos son muy parecidas.
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