En España se inició tardíamente, hacia 1830, por lo que el país quedó retrasado respecto a otras potencias.
Las causas del retraso fueron la inestabilidad política, el insuficiente crecimiento demográfico, la inversión de muchos capitales en la compra de tierras desamortizadas, las deficiencias del transporte, el retraso tecnológico y la escasez de una burguesía emprendedora.
Los principales sectores industriales fueron el textil, que se concentró en Cataluña y el siderúrgico , que acabó concentrándose en el País Vasco debido a la existencia de minas de hierro.
Las actividades del sector terciario progresaron . Los transportes mejoraron con la construcción de carreteras y de ferrocarriles, que en 1848 inauguraron la primera línea entre Barcelona y Mataró
El comercio interior estuvo limitado por la escasa capacidad de compra de la población, mientras el comercio exterior acusó la pérdida del comercio americano.
Las finanzas y el capitalismo se vieron impulsados con la aparición de bancos, tanto públicos (Banco de España, 1856) como privados (Bilbao y Santander, 1857) y con la creación de las Bolsas de Madrid (1831) y Barcelona (1851).