Las trasformaciones más relevantes se produjeron a partir de los años cincuenta, durante la etapa del desarrollismo. Los principales problemas del campo eran el reparto desigual de la propiedad, la excesiva parcelación y la insuficiencia del regadío; además de la escasez de mano de obra.
Para atenderlos, en 1939 se creó el Instituto Nacional de Colonización (INC), se amplió el regadío y se crearon los llamados poblados de colonización. Por su parte, el Servicio Nacional de Concentración Parcelaria (SNCP), creado en 1952 y trasformado en el Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) en 1971, se ocupó de la reducción del número de parcelas. También se intervinieron los precios del trigo a través del Fondo de Ordenación y Regulación de Productos y Precios Agrarios (FORPPA), y se puso en marcha la construcción de numerosos silos para almacenar el trigo.