Alimentación

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             Los primeros homínidos tuvieron una alimentación herbívora. No parece que se encuentren signos de una alimentación que incluyera otro tipo de alimentos. La disposición de sus dientes, su tamaño y desgaste nos hablan de individuos que incluían en su dieta raíces, bayas, hojas, y vegetales duros, ... a veces, mezcladas con barro para eliminar el exceso de alcaloides que podrían perjudicar su salud. Se piensa que el Australopithecus tendría una dieta muy similar a la de los actuales chimpancés.
             El Homo Hábilis mantiene las mismas costumbres alimentarias pero incluye una novedad. Hoy se sabe que los instrumentos creados por él no tenían una utilidad cazadora. En realidad son piezas de despiece. A su alimentación vegetariana añadió los restos de animales muertos que fueron abandonados por sus cazadores. Los útiles servirían para poder aprovechar el máximo de los restos y romper los huesos para llegar al tuétano.
El Erectus va a introducir una revolución en dieta ya que dominar el fuego le permite comer alimentos previamente asados. Los instrumentos que utiliza todavía no son de cazador cualificado pero sí le permitirían matar piezas pequeñas previamente apresadas en trampas. El uso de cuchillos, lascas y hendedores así como del bifaz indican una especialización en el despiece de los animales. Pequeños roedores, junto a la megafauna existente en esta época supondrían parte de su alimentación sin olvidar la recolección de bayas y raíces. En las zonas de la costa la dieta sería ampliada con bivalvos, cangrejos y algunos peces pescados con palos o con las manos.
El homo Antecessor en el yacimiento encontrado en Atapuerca se han podido encontrar gran cantidad de restos de animales. Como se puede ver en la imagen utilizaban la irregularidad del terreno para obtener la caza. También se sabe que en su alimentación incluían el canibalismo.

 

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